Desde
que entablé amistad con La Buceadora, quedamos
todas las mañanas muy temprano. Vamos juntas a las distintas calas.
Ella
se conoce la isla como la palma de su mano.
Mientras
una bucea y completa su trabajo, la otra –osea yo- escribe desde la arena.
A
medio día hago mis pinitos con el snorkel.
Después comemos algo y volvemos cada una a lo nuestro.
De
regreso –cada una a su casa-, charlamos de nuestras vidas.
La Buceadora es mayor que yo, ha tenido una vida intensa. Sus
puntos de vista sobre cualquier tema son siempre muy edificantes para mí, que
voy tomando nota mentalmente.
Las
tardes me gusta pasarlas con Mi Hijo y
Mi Madre, en la playa o de paseo por
los pueblecitos de Formentera.
Al
peque le encanta pararse en los puestos
hippies. Siempre consigue que me deje engatusar para que le compre algo. Poco a
poco se está mimetizando con la isla.
Lo
miro y lo veo tan feliz que me derrito.
Algunas
noches quedo con La
Buceadora. Me he integrado bien en su
grupo de amigos. Solemos ir a algún bar de la zona o nos vamos a la playa a
montar nuestra propia fiesta.
La
otra noche estuvimos en casa de mi nueva amiga. Parece una abadía psicodélica.
No
me aburro y me estoy riendo en estos días más que nunca.
Todo
el grupo me cautiva…La dulzura de La Rubia –parece un
oso amoroso- que se come a besos a El
Negro. Él, a su vez, se la come con los ojos. La locura de El Primo –es primo de media Formentera-
y su chica, La Princesa de Rizos Negros. El gurú -que es vegetariano pero come bistecs si son de buena
calidad- es el más joven y se complementa de maravilla con La
Hechicera, ella es una polvorilla. Tampoco me canso de oír
las elucubraciones de El Buda, es muy
profundo de pensamientos. El Rockero
tiene un arte especial para decirte lo que piensa, aunque sea una crítica, de
tal modo que te hace reír. Pero si alguien me ha ganado ha sido El Abad –es el más longevo-, y ni siquiera lo digo porque se deleitara con mi
guacamole la otra noche, sino por el cariño que transmite a todo el mundo.
Casi
he terminado mi novela.
Amanda y Ernesto van a ser papás, no
obstante su relación no funcionó. Lo de la criatura ha sido un accidente al que
ella no ha querido renunciar.
Serafín por fin ha encontrado su
camino. Uniéndose a un grupo teatral que hace performances muy extrañas en
garitos de toda Europa.
Elvira está organizando una exposición
con el proyecto fotográfico de Amanda, cuyo leitmotiv es el chocolate.
Esta
mañana prefiero salir sola en busca de mi rincón de escritura.
Me
dirijo al faro de La Mola.
Cuando
llego hasta allí y situándome muy cerca del acantilado, no puedo evitar
acordarme de Curra y su vuelo sin motor.
Me
invade una enorme tristeza, por la que me dejo llevar en un llanto bastante
purificador.
Con
la congoja no escucho los pasos ligeros de alguien que se acerca a la carrera.
-¿No
me digas que has vuelto a perder los papeles?
Me
giro, y atónita veo a El Corredor.
-¿Has
venido corriendo desde Galicia?
Me
mira con ojos pícaros. Reímos.
Mientras
estira la musculatura –esto parece El
eterno retorno de lo mismo de Nietzsche-,
hablamos un poco.
Es
obvio que le gustan los faros y correr.
Me
pregunta por el hecho de que haya viajado de Galicia a Formentera. Le explico
el episodio de la naranja y como tuve que interrumpir mis vacaciones por motivos laborales.
El Corredor se lamenta sinceramente.
Yo
le devuelvo la pregunta.
Me cuenta que su abuelo era farero. Cuando él era un niño, le contaba historias de su oficio.
Historias de barcos varados, naufragios y rescates. De noches de tormenta y soledad.
Me cuenta que su abuelo era farero. Cuando él era un niño, le contaba historias de su oficio.
Historias de barcos varados, naufragios y rescates. De noches de tormenta y soledad.
Hace
unos años que decidió comenzar sus visitas a los faros, aprovechando sus
periodos vacacionales. No cree que consiga ver todos los que hay en el mundo.
Se
ha pasado la mañana y no he escrito nada. Es la hora de volver a casa, yo lo
haré en bicicleta y El Corredor va a
retomar su carrera.
-No
me importa que me persigas.- Le digo antes de despedirnos.
-Ni
a mí que estés esperándome en la meta.
Me ha encantado éste capítulo especialmente. ♡
ResponderEliminarGracias guapa 😉
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