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lunes, 31 de marzo de 2014

19. EL NÓRDICO.


El Contrario sigue en su empeño de que no vayamos a juicio, pero sus propuestas de acuerdo son, unas veces, poco menos que ofensivas -no para mí, si no para nuestro propio hijo-. Y otras veces, parecen un mal chiste.
Además, tiene la firme creencia de que los bancos nos van a tender la mano ante cualquier ilusa propuesta que les hagamos respecto a la hipoteca de nuestra casa.
Como no doy mi brazo a torcer se enerva, es entonces cuando le da por hacer de las suyas.
La última ha sido intentar dejarme sin seguro del coche. Ya que, por cuestión de precio, acordamos que él apareciera como tomador y yo como conductora habitual. Por supuesto, el seguro va con cargo a mi cuenta bancaria desde que nos separamos.
Lo que todavía no sabe, es que cuando él va yo ya he vuelto.
Bueno, eso es ahora, ojala hubiese sido así hace muchos años, pero de todos es sabido que el amor es ciego.
Por suerte ahora disfruto de los cinco sentidos.
La cuestión es que un día antes de que venciera el seguro yo ya lo había cambiado de compañía, esta vez a mi nombre, evidentemente.
De modo que cuando, un mes después, me ha dicho -vía sms- “hace más de un mes que vas sin seguro de coche y bla, bla, bla...”, no me he molestado en explicarle que en ese coche, a parte de mí, viaja nuestro hijo. Que ese coche lo utilizo para ir a trabajar y poder darle de comer al niño, puesto que hace ya muchos meses que él no se preocupa de esa menudencia, lo cual no implica que al niño se le haya quitado la mala costumbre de comer a diario con una frecuencia de tres a cinco veces, a lo que hay que añadir el vicio de vestirse e ir al colegio, para lo cual, el muy insolente, utiliza material escolar y todo. Y que de vez en cuando, el muy pillín osa ponerse enfermo. Eso sí, los caprichos no se los puedo tolerar por muy de bazar chino que sean.
La buena noticia es que El Contrario, por fin, se ha trasladado a su nuevo destino. Aunque, a pesar de los miles de kilómetros, va y viene como si nada.

[...Fragmento autocensurado temporalmente...]

Creía que no se iba ni con agua hirviendo.
La del Quinto también se debe de haber quedado respirando.
No creo que existan muchas prometidas, encantadas con la idea de que su futuro esposo cohabite con su ex pareja. Más aun cuando se es de las de "cree el ladrón que todos son de su condición",  o si le diera por pararse a pensar en aquello de que "la cabra siempre tira al monte".
A todo esto, cuando El Contrario vuelve al quinto, aprovecha mi horario de trabajo para bajar al entresuelo y  seguir llevándose cosas de casa.
Puede que ya se lo hubiera llevado antes, pero como ya hace frío, me he dado cuenta hoy de que se ha llevado el edredón nórdico.
Me surgen varias preguntas:

¿Para qué lo quiere? Si dónde vive ahora nunca hace frío.

¿Lo facturaría para subir al avión? En tal caso le costaría una pasta, pues dado lo voluminoso del mismo, no colaría como equipaje de mano.

Cuando me pregunto cosas, sobre todo trascendentales, suelo llegar a algún tipo de conclusión.

¡Se lo ha subido al quinto!

Si yo fuera ella, La del Quinto digo, me daría repelús dormir cubierta con el mismo edredón que sirvió para calentar otros polvos.


lunes, 24 de marzo de 2014

PEQUEÑO INTERMEDIO

¡Hola a tod@s!
El capítulo que iba a publicar hoy tiene que quedarse en la despensa una semanita. 
Espero que me disculpéis, pues aunque está más que preparado, es necesario que así sea.
La próxima semana prometo publicar dos seguidos.
Gracias por leerme cada semana y hacerme muy feliz.
Nos vemos la próxima semana.


lunes, 17 de marzo de 2014

18. AMENAZAS Y MENTIRAS. Segunda Parte.


...El Contrario se ha llevado sus compact disc de música, vale. Su álbumes de fotos, bien. ¡Y el álbum de fotos del niño!

Eso es una canallada, porque él las tiene todas -y mil más- guardadas en un disco duro que se compró expresamente para almacenar fotos.
Las que se ha llevado, las saqué yo en papel, porque quería tener un álbum con los mejores momentos del niño.
También se ha llevado fotos de mi familia, en las que aparecen; Mi Madre, mis hermanos y mis sobrinos. Será por si los echa de menos, digo yo. 

Espero que no le dé por el vudú, como ahora está con La del Quinto, y ésta solía poner vasitos con vinagre, sal y otros condimentos detrás de las puertas para espantar los males...

Lo he llamado al móvil para pedirle que me las devolviera -dado que él ya las tiene todas-, me ha dicho que también son suyas y que no sería justo que me las quedara yo. ¿Perdona?

- Lo que no es justo es que entraras en casa cuando sabías que yo estaba en el trabajo, para llevarte algo que ya tienes y dejarme a mí sin nada. Sobre todo tratándose de las fotos de nuestro hijo, algo que si no me devuelves no podré recuperar.- Le he contestado yo.

El valor, obviamente, sólo es sentimental.

Presa de la debilidad y llena de impotencia, le he dicho que eso es de ser mala persona. 

- Pues esto sólo acaba de empezar.- Es lo que me ha contestado El Contrario.

Lo peor de todo, es que después de colgar el teléfono no he podido contener las lágrimas, justo en ese momento ha entrado mi hijo en la habitación. El pobre se ha quedado helado y me ha preguntado, qué me pasaba.

- Nada cariño, nada.- he acertado a contestarle yo.

Más tarde he descubierto que ahí no ha terminado el expolio. A su botín hay que sumar el DNI del niño y el Libro de Familia.

Estoy empezando a asustarme.

Yo conocía a una persona o creía conocer a una persona, pero a lo que me enfrento, realmente lo desconozco.

Por lo que pudiera pasar, he puesto en conocimiento de La Experta y de El Amigo del Cuerpo lo que ha pasado.

Tengo posibilidad de pedir medidas previas urgentes en el juzgado, para que El Contrario no pueda entrar en casa hasta que salga el juicio. Pero me da pavor pensar en lo que se pueda montar y en que mi hijo se vea envuelto en todo este jaleo.

Así que lo que he hecho es llevarme todo lo que tiene valor sentimental para mí -y que es mío- fuera de casa. Tengo suerte de contar con amigos que me ayuden a moverme con rapidez.

Han pasado un par de días. Me ha llamado El Contrario para decirme que este fin de semana se quiere llevar al niño con él. Si antes jamás se me hubiera ocurrido poner restricciones a la relación entre padre e hijo, hoy le he tenido que decir que primero me tendrá que devolver el DNI y el Libro de Familia, pues no me fío de él, pues ya no lo conozco y que no sé de lo que es capaz.

Cuando ha venido a recoger al niño a mi trabajo, me ha dado la documentación. Traía puesta la cara de bueno para decirme que sólo quería fotocopiar los papeles y compulsarlos, para tenerlos él también.

- Pues me lo podrías haber dicho- Yo.
- No te tengo que dar explicaciones- Él

Otra vez... ¿perdona? 

- La documentación estaba en casa al alcance de los dos, no he sido yo quien ha entrado a sabiendas de que no estabas, y se la ha llevado a escondidas. Digo yo que -cuanto menos- es para alarmarse.- No he podido evitar reprocharle.

lunes, 10 de marzo de 2014

17. AMENAZAS Y MENTIRAS. Primera Parte.



Como ya conté, después de que El Contrario recibiera la notificación de la demanda, comenzó la tempestad.

El Contrario me amenaza –unas veces- con que va a denunciarme si no le doy las llaves del coche que yo conduzco –y otras- con que va a denunciarme porque le debo no sé cuántos miles de euros por las cuotas de préstamo personal que tenemos en común. El que contratamos para pagar el coche que él y La del Quinto conducen. Bueno... en realidad, para pagar el coche que El Contrario cambió por el que –ahora- él y La del Quinto conducen.

Si, eso es. El mismo préstamo que él se comprometió a seguir pagando solo, cuando nos separamos.

¡Ufff! Entiendo al lector. Yo también me canso de tanto enredo.

Otra de sus amenazas favoritas es decirme que, como sabe que no le van a conceder la custodia compartida -ya que no es viable por la distancia-, pedirá la custodia exclusiva. Porque como él se va a casar –con La del Quinto- tiene muchas posibilidades de conseguirlo. Dice, que entonces si me voy a alegrar de haber ido a juicio.

Las amenazas son porque quiere que quite la demanda, pero va a ser que no.

Tanta amenaza empieza a preocuparme. Sé que la razón está de mi lado, pero nadie tiene la patente de la verdad absoluta y menos cuando son terceras personas quienes tendrán que valorar la información y tomar una decisión al respecto.

Por lo pronto me he puesto a buscar toda la documentación que me pudiera ser de utilidad para defenderme de sus posibles denuncias, que no demandas.

Ha sido entonces cuando he encontrado la documentación de otro préstamo personal, esta vez contratado exclusivamente por El Contrario. Lo solicitó para el supuesto cambio pelo a pelo del coche que él -y La del Quinto- conducen ahora, y que cambió por el que tampoco era un BMW. (Tres tristes tigres comían en un trigal....).
Me he cabreado y mucho. Que ¿por qué? Pues porque en esa fecha estábamos juntos y me mintió. Si, ahora ya sé que eso no es ninguna novedad. Pero yo creía que nuestra economía era conjunta. Pues no, dado que él pagaba -y paga- un préstamo del que yo no sabía nada, con un dinero que yo ni sabía que existía.
Que nadie se equivoque, no es por el dinero, es por la mentira.

A medida que las mentiras van saliendo a la luz, me siento más imbécil.

Y todavía pretende que pague la mitad del préstamo de un coche que ni existe.

Si saco cuentas...27.000 euros de coche que cambió, más 10.000 euros del préstamo escondido, son 37.000 euros de coche. Del cual entre los dos pagamos 10.000 euros en efectivo y más de 4.000 euros en cuotas de préstamo hasta que él decidió dejar nuestra relación. ¡Y ni siquiera es un puto BMW!
Ahora dice que me quede yo con el coche nuevo - y con la deuda, claro-, que él no lo quiere, que prefiere quedarse con el coche viejo.

Definitivamente vivimos en dimensiones diferentes, la suya es la de Los mundos de Yupi y la mía la de la jodida realidad.

Para colmo, cuando he llegado a casa después del trabajo y me he puesto a organizar la ropa limpia, he notado algo raro en las estanterías de mi habitación...