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lunes, 23 de diciembre de 2013

6. 15 DE AGOSTO DE 2009

Ya no te quiero. Fue lo que me dijo El Contrario esa mañana, cuando aun estábamos en la cama, justo después de hacer el amor, mientras nuestro hijo veía los dibujos en el salón.

Un mal polvo supongo.

Esa fecha tan señalada, por ser festivo nacional, se situaba en el calendario varias semanas después del hallazgo de la carta y la compra del dichoso pollo,

Mi primera reacción fue de sobrada. Venga vale, hacemos números y cada uno por su lado.

Más me valdría haberme plantado ahí, pero no, después vino la segunda reacción, si, la patética. La de arrastrarme suplicando a sus pies.

Un consejo, si os veis alguna vez en esta tesitura, no solo no funciona, sino que además es un espectáculo por el que la otra parte ni siquiera paga entrada.

Conseguí un aplazamiento de dos semanas para su sentencia final. La misma que ahora se está convirtiendo en una condena a cadena perpetúa ya que cuesta horrores rehacer la vida cuando el pasado sigue roncando tras el tabique de mi dormitorio.

Y gracias a que ahora, por lo menos, media un tabique entre los dos, porque resultó que no se iba de la cama conyugal ni con agua caliente. Hubo que comprar otra cama para poder mudarme a mi habitación de "desprometida", la que antes era el estudio y que está entre la conyugal y la de mi hijo.

La misma tarde de ese 15 de agosto, me dediqué a buscar por Internet viajes para solteros/as con niños. De vueltas con lo práctico, no iba a renunciar a mis vacaciones por convertirme en separada de la noche a la mañana.

Supongo que el destino se encuentra mientras sigues caminando.

Un poco escéptica me registré en una página de ocio para singles (lo que vienen siendo, divorciados/as y solteros/as de toda la vida, vamos). Me pareció una idea genial no tener que enfrentarme a la soledad a la hora de ir al cine o salir a tomarme un café.

Lo de la página de ocio debió de parecerle muy pecaminoso a El Contrario, porque va diciendo por ahí que quedé con un grupo de singles en un café antes de que pasara un mes de "nuestra" ruptura, que esa es la pena que yo tengo.

Nada comparable a beneficiarse a La del Quinto cuatro plantas más arriba.

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